DEFENSA DE NUESTROS RECURSOS NATURALES
La resistencia del pueblo de
Tetela de Ocampo ante el embate de la empresa Frisco, que pretende
imponerse en la explotación a cielo abierto de la mina Espejeras, es un
ejemplo digno de encomio por su organización y valentía, por su
consistencia en el rechazo a modelos de supuesto desarrollo que terminan
depredando los recursos naturales.
Esta movilización férrea y sustentada no debe ser vista como un
episodio local y mucho menos aislado, sino como consecuencia directa de
los agravios que han perpetrado mineras nacionales e internacionales a
localidades mexicanas, afrentas que son ahora harto conocidas y que han
desatado un verdadero frente de repudio a sus actividades en todo el
país.
Merecedora de reconocimiento también es la brega que tienen los
campesinos de Olintla, quienes lograron despejar de su territorio la
amenaza del Grupo México para instalar una planta hidroeléctrica en la
ribera del río Ajajalpan, proyecto que en todas formas implicaba riesgos
y peligros irreversibles para la población.
La misma convicción que impera en Tetela y en Olintla se comparte en
la capital del estado y los municipios conurbados, cuyos ciudadanos han
comenzado a organizarse y movilizarse para rechazar por la vía de la
manifestación pública y del cauce legal, la entrega del suministro de
agua potable.
Todas estas formas de organización y movilización representan
claramente la oposición de una sociedad informada y activa a la
explotación de los recursos naturales por parte de la iniciativa privada
y su defensa para el sustento de la vida actual y de las generaciones
futuras.
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