PUEBLA, Pue., (apro).- En los sexenios panistas de Vicente Fox y
Felipe Calderón se entregaron a la entidad 312 concesiones para los
llamados “proyectos de muerte”, que incluyen minas a cielo abierto,
hidroeléctricas y gasoductos, entre otros.
Durante el foro
“Proyectos de muerte y territorio nacional, de la resistencia a las
alternativas”, el indigenista Gerardo Pérez Muñoz señaló que a la fecha
10 de esas concesiones ya se pusieron en marcha en territorio poblano,
pero se han convertido en una amenaza para el estilo de vida y la salud
de los habitantes de comunidades indígenas, así como para sus recursos
naturales.
Comentó que actualmente empresas como Frisco, JBC
Minerals, Almaden Minerals Grupo México y la Comisión Federal de
Electricidad (CFE) llevan avanzados sus proyectos, pese al rechazo que
han manifestado los habitantes de los poblados que resultarán afectados.
El
indigenista aseguró que estas empresas buscan sacar adelante sus
proyectos sin importarles el ecocidio y etnocidio que dejarán tras de
sí, especialmente para la región Sierra Norte de Puebla, donde
afectarían a más de 700 mil habitantes.
Pérez Muñoz detalló que en
el caso del municipio de Ixtacamaxtitlan, la empresa Almaden Minerals
ya reportó el hallazgo de oro, mientras que en Cholula y Atlixco la CFE
continúa con sus planes de construir un gasoducto en una zona cercana al
volcán Popocatépetl, no obstante la actividad que ha registrado el
coloso en los últimos meses.
Precisó que Puebla no es la
excepción, ya que este tipo de concesiones fueron entregadas en todo el
país durante los dos últimos sexenios, sin tomar en cuenta a los
pueblos, por lo que es importante que los académicos, activistas,
representantes de grupos sociales y habitantes en general se unan para
ser escuchados y tomados en cuenta.
En el encuentro, al que no
acudió ningún representante de los gobiernos federal y estatal,
habitantes de las comunidades de Tochimilco, Coyula y Atzizihuacán
denunciaron que personal de la CFE usa credenciales de elector falsas
para engañar a los habitantes de la zona.
Uno de los lugareños
aseguró que utilizan esas identificaciones falsas para asegurarles a los
pobladores que hay personas que ya vendieron sus tierras para el
derecho de vía del gasoducto, a fin de convencerlos que hagan lo mismo y
desgastar la resistencia que mantienen contra el proyecto.
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