Pobladores de San Juan Tahitic,
perteneciente al municipio de Zacapoaxtla, expresaron el día de ayer en una
asamblea informativa su rechazo absoluto a los proyectos de cuatro
hidroeléctricas en los márgenes del río Apulco, promovidos la empresa por Controladora
de Infraestructuras y Operaciones S.A. de C.V., subsidiaria de Ingenieros
Civiles Asociados (ICA), sobre casi 30 kilómetros del río Apulco y que
servirían para dar energía a los proyectos de la minera Autlán, en la Sierra
Norte de Puebla.
Durante el encuentro participaron
vecinos de la zona y representantes del Consejo Tiyat Tlali y la organización
Makxtum Kgalao Chuchut Tsipi, del municipio de Olintla.
Según la relatoría del acto, hecha
por el Consejo Tiyat Tlali, los vecinos de San Juan Tahitic recordaron que ya
tienen experiencia en la organización para el rechazo a este tipo de proyectos,
pues en 2012 los visitó la empresa Gaya, que pretendía construir una presa
hidroeléctrica en su territorio. La compañía dio una muestra de cómo operan estos
consorcios para apropiarse del territorio y los recursos naturales, “pues fue
por medio de la contratación de personas de la comunidad que intentó hacer
labor de consentimiento e inmediatamente la gran mayoría de la población se
negó a aceptar el proyecto”.
A pesar de las presencia de un
frente frío que cubrió de neblina, llovizna y frío los pueblos del municipio de
Zacapoaxtla, la comunidad de San Juan Tahitic reunió a más de 100 hombres y
mujeres que llevaron a cabo la tarea de informarse sobre los cuatro proyectos
hidroeléctricos (Ana, Boca, Conde y Diego) que pretende construir la empresa
Controladora de Infraestructuras y Operaciones S.A. de C.V., subsidiaria de
Ingenieros Civiles Asociados (ICA) sobre casi 30 kilómetros del río Apulco.
Si bien la empresa solicitó a la
Secretaría de Medio Ambiente y recursos Naturales (Semarnat) permiso para la
ejecución de dichos proyectos desde el 25 de noviembre de 2014, los habitantes
de la comunidad en donde se pretenden construir almacenes para material y
brechas de acceso a dos de las cuatro presas, no ha sido consultada ni
informada sobre los daños que podría sufrir como consecuencia de su
instalación. Mucho menos tenían el conocimiento de la consulta por internet que
realizó dicha dependencia.
Una decena de personas de San Juan
Tahitic tomó la palabra para manifestar en lengua nahuatl y en español que es
importante defender el agua, ya que es una fuente de vida. Algunas mujeres
mencionaron que ya habían conocido algunas experiencias de otras presas
hidroeléctricas por medio de videos, en los que se exhibe cómo las personas
afectadas contrajeron enfermedades y tuvieron que migrar a otros sitios:
“Nosostros no nos tenemos que ir a vivir a otro lugar porque este es nuestro
lugar”, aseveraron.
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