viernes, 30 de enero de 2015

Comunicado de Prensa: Crisis de derechos humanos, procuración de justicia e inseguridad en México.


Crisis de derechos humanos, procuración de justicia e inseguridad en México.


Luego de las desafortunadas declaraciones del procurador Jesús Murillo Karam el pasado 26 de enero, a cuatro meses del asesinato y desaparición forzada de estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” en Iguala, Guerrero, unimos nuestra voz a las de más de un centenar de organizaciones civiles que han exigido que se continúe con la investigación y búsqueda de normalistas desaparecidos; así como con el cabal esclarecimiento de los hechos y el castigo a los responsables.

Desde septiembre de 2014 organizaciones de la sociedad civil, defensoras/es de derechos humanos, hemos sido testigos de la fuerza y dignidad que han mantenido de pie a padres y madres de familia, quienes asumieron la búsqueda de sus propios hijos frente a la dilación e ineficaz respuesta de las autoridades municipales, estatales y federales de nuestro país.

Si bien existen personas relacionadas con los hechos que han sido detenidas, al día de hoy, ninguna de ellas está siendo procesada por desaparición forzada, a pesar de las evidencias y testimonios que refieren la participación por acción u omisión de autoridades de los tres niveles de gobierno. De igual forma, no se ha detenido a todos los autores materiales e intelectuales[2]. Tampoco se han esclarecido los vínculos y complicidades de las autoridades de distintos niveles con grupos delincuenciales.

Asimismo señalamos que la participación del Ejército no ha sido investigada a cabalidad, lo que ha derivado en que organizaciones internacionales como Amnistía Internacional se manifiesten denunciando que “la Procuraduría General de la República (PGR) ha fallado en investigar adecuadamente todas las denuncias de complicidad de las fuerzas armadas y otras autoridades en la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa”.

Las violaciones graves a los derechos humanos contra los estudiantes que derivaron además, en la ejecución extrajudicial de Julio César Ramírez, Julio César Mondragón, Daniel Solís Gallardo y de otras tres personas más permanecen impunes y sin que la PGR presente argumentos sólidos como resultado de su investigación.


Nos adherimos a la desaprobación  que defensoras y defensores de derechos humanos hacen a la insistencia de la PGR  en reafirmar la hipótesis de que los estudiantes fueron secuestrados, quemados y arrojados a basurero de Cocula, sin contar  con pruebas científicas suficientes que confirmen los hechos.   Existen elementos suficientes para mantener la línea de investigación abierta y la búsqueda con vida de los estudiantes, a fin de llegar a la verdad  y al castigo de todos los responsables, como lo han exigido los estudiantes y las madres y padres de familia.

En la legítima búsqueda de sus hijos, han sido reprimidos como lo muestra la acción ocurrida el pasado 12 de enero de 2015, en el 27 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano, ubicado en Iguala, Guerrero, en donde militares agredieron a familiares y compañeros de los normalistas desaparecidos, haciendo uso de la fuerza en lugar de crear las conidicones necesarias para el diálogo con los normalistas y sus familiares, quienes desde un inicio han exigido la apertura de los cuarteles militares para cerciorarse si sus hijos se encuentran o no dentro de ellos.

La omisión del Gobierno Federal para atender esta petición, ha generado la desesperación de las familias y estudiantes, mismos que han encontrado en la búsqueda ciudadana, el camino para acceder a la verdad frente a la ineficacia de instancias como la PGR quien en estos cuatro meses no ha llegado al esclarecimiento de los hechos.[3]

Demandamos un alto a las campañas de difamación y desprestigio contra estudiantes, madres, padres de familia y defensoras/es de derechos humanos que les acompañan, quienes han sido objeto de agresiones físicas, intimidación y desprecio; pues ni siquiera ha sido tomada en cuenta su palabra y valoración en las recientes acciones de la Procuraduría de General de la República, que pretende cerrar el caso aun cuando existen elementos para continuar la investigación y evitar la impunidad.

Como sociedad civil mexicana y junto con la comunidad internacional, abrazamos el dolor por Ayotzinapa, porque sabemos que no es un hecho aislado, como lo reflejan los hechos ocurridos en Tlatlaya, Estado de México, Acteal, Aguas Blancas, mujeres de Juárez… y de todo el país!

Por lo antes expuesto, las organizaciones que integramos el Consejo Tilay Tlali, exigimos al Gobierno Federal:

·        No cerrar el caso Ayotzinapa hasta que las familias tengan certeza científica y jurídica del paradero de sus hijos y hasta que todos los autores materiales e intelectuales sean sancionados.

·        Se creen mecanismos eficaces para garantizar la no repetición de los hechos.

·        Se agoten todas las líneas de investigación y se esclarezca la participación de la clase política, el Ejército y su vinculación con los grupos delincuenciales.

·        Se creen mecanismos institucionales para que los cuarteles militares sean abiertos e inspeccionados por los padres y madres de familia de los normalistas desaparecidos y sus representantes, a fin de garantizar el ejercicio de su derecho a la verdad y se cercioren si sus hijos se encuentran o no en dicho lugar.

·        Se respeten las valoraciones y los resultados de las investigaciones del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y se garanticen las condiciones necesarias para que el Grupo Interdisciplinario de cooperación técnica que ha sido asignado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos así como para contribuir en las investigaciones y acciones que se adopten a fin de sancionar a los responsables, pueda realizar sus actividades a cabalidad, como se estableció y oficializó el pasado 29 de octubre y 18 de noviembre de 2014, respectivamente en el acuerdo firmado entre la CIDH, el Estado Mexicano y los representantes de las víctimas.

·        Que el Gobierno Federal actúe de manera contundente para desmantelar a los grupos delincuenciales que atentan contra la estabilidad y seguridad de nuestro país y que hoy en día han hecho de México un territorio de miles de personas desaparecidas.

·        Cese de la represión y criminalización contra miembros de la sociedad civil que en el ejercicio de su derecho a la libre manifestación, han sido detenidos arbitrariamente en el marco de las acciones en solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa.

·        Cese el desprestigio y criminalización hacia los estudiantes normalistas, padres y madres de familia, así como hacia defensores de derechos humanos que acompañan el caso y se garantice su seguridad.

·        Se establezcan mecanismos eficaces de comunicación en los que se priorice la interlocución y necesidades específicas de las familias, estudiantes y organizaciones acompañantes.

A las madres, padres y estudiantes normalistas y sus familias, a las organizaciones defensoras de los derechos humanos que les acompañan, les decimos que desde nuestros diversos espacios estamos atentos a las acciones que emprendan ante las instancias internacionales como lo será su presencia en la Octava sesión del Comité Contra la Desaparición Forzada de la ONU, en Ginebra, Suiza, para exigir la justicia que no se ha encontrado en nuestro país y nos unimos a la exigencia de que el marco jurídico internacional sea implementado a cabalidad por el Estado Mexicano, a fin de cumplir con los diversos tratados internacionales en materia de derechos humanos firmados por México, para que hechos como lo ocurrido en Iguala no se repitan y cese la impunidad.

! VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

Consejo Tiyat Tlali, en defensa de la vida y nuestro territorio.

Sierra Norte de Puebla, Méx., a 29 de enero de 2015.


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