Como pueblos masewal, tutunaku y mestizo organizados, venimos de varios procesos de resistencia a los proyectos impuestos que obedecen a intereses de acuerdos entre gobiernos neoliberales y empresas privadas nacionales e internacionales, por ello nos hemos articulado mediante asambleas como una práctica ancestral de nuestros pueblos, en la que hemos encontrado una gran oportunidad para visibilizar nuestra causa.
Desde marzo de 2014 a la fecha hemos realizado 33 Asambleas y es así como el pasado 26 de junio se llevó a cabo la 33 Asamblea por la Construcción de los Planes de Vida de nuestro pueblos, en la cual persiste un ánimo para la defensa de nuestros territorios, esta se celebró en la comunidad de Zacatipan, Cuetzalan del Progreso, Puebla, a la que asistieron más de 1,200 representantes de cientos de comunidades de nuestro territorio.
Las Asambleas han sido espacios de socialización de las diferentes problemáticas que amenazan a nuestros pueblos, como el asedio de los proyectos de muerte, que nos han pretendido imponer. Las asambleas son espacios que respetamos y valoramos con dignidad, porque desde ahí hemos construido consensos, hemos tomado acuerdos y creado líneas de trabajo, que nos han permitido pasar de la resistencia a la construcción de propuestas mediante los planes de vida en donde el yeknemilis-buen vivir es nuestra guía.
Durante estos 8 años de asambleas, hemos tejido espacios de discusión que dan voz a nuestras luchas. A estos espacios de análisis y reflexión, en diferentes momentos hemos invitado a funcionarias y funcionarios de los tres niveles de gobierno, pues creemos en el debate abierto y horizontal para expresar las demandas y las decisiones de nuestros pueblos. Nunca y de ninguna manera, ellas y ellos han sido invitadas o invitados para encabezar nuestras Asambleas, pues tenemos muy claro que nuestro principal valor, es ejercer y respetar la autonomía y la libre determinación de nuestros pueblos.
Por lo anterior, derivado de los acuerdos tomados en la 33a Asamblea para la Construcción de los Planes de Vida en el Territorio Masewal, Tutunakú y Mestizo, enviamos el siguiente comunicado:
En el marco de estas Asambleas hemos dado pasos muy importantes en la defensa de nuestros territorios, siendo uno de los mandatos principales el demandar al Estado Mexicano por otorgar concesiones mineras, violando nuestro derecho a la libre determinación. Fue así que en 2015, dos pueblos de la Sierra Nororiental de Puebla interpusieron demandas de amparo, contra los actos de gobierno que hicieron posible la existencia de concesiones mineras en nuestro territorio. Uno de estos casos fue el que interpuso el Pueblo Masewal de Cuetzalan, Tlatlauquitepec y Yaonahuac, por las concesiones de los lotes mineros denominados Atexcaco I, Atexcacaco II y Macuilquila. De la misma manera el ejido y comunidad nahua de Tecoltemi interpuso demanda de amparo por el otorgamiento de las concesiones Cerro Grande y Cerro Grande 2 en su territorio.
Después de siete años de luchar en los tribunales, el Poder Judicial de la Federación resolvió sobre la ilegalidad en la expedición de dichas concesiones mineras, y aunque ordena que estas queden insubsistentes por omisión del derecho a la consulta (libre, previa e informada) de los pueblos, es un riesgo latente, dado que el artículo 6 de la ley minera manifiesta “La exploración, explotación y beneficio de los minerales o sustancias a que se refiere esta Ley son de utilidad pública, serán preferentes sobre cualquier otro uso o aprovechamiento del terreno, con sujeción a las condiciones que establece la misma, y únicamente por ley de carácter federal podrán establecerse contribuciones que graven estas actividades”. Seguiremos alzando la voz contra esta ley minera que es un atentado a nuestras formas de vida campesinas e indígenas.
Por lo anterior, los asistentes a esta asamblea, el Consejo Maseual Altepetajpianij, el Comité de Ordenamiento Territorial Integral de Cuetzalan y el Consejo Tiyat Tlali, en reflexión colectiva, durante la Asamblea realizada el pasado 26 de junio hemos aprobado por unanimidad lo siguiente:
NO OTORGAR CONSENTIMIENTO para concesiones mineras en nuestro territorio, así como cualquier acto administrativo, legislativo o judicial que tenga como objeto comprometer los recursos naturales en nuestro territorio.
Es importante enfatizar que aunque hay procesos judiciales que ordenan la cancelación de esas concesiones, aún no se han ejecutado las sentencias y aún quedan 212 concesiones mineras en el estado de puebla, lo que equivale a 138 mil 734 hectáreas. Por ello seguimos alzando la voz frente al extractivismo y por los territorios con concesiones vigentes.
Avanzando en nuestros Planes de Vida, en la Asamblea de Ahuacatlán se presentó el proyecto de Energía para el Yeknemilis en la Sierra Nororiental de Puebla, el cual busca construir un modelo alternativo de generación de energía, que contemple el modo de vida campesino y respete los valores comunitarios con los que se rigen los pueblos originarios, continuando así el fortalecimiento del Yekenemilis (Buen Vivir). Este trabajo refleja la proyección que como pueblos tenemos de un ideal de autonomía energética y de construcción de tecnología adecuados a nuestras formas de vida.
Asimismo, con el trabajo de los Órganos Ejecutivo y Técnico del Comité de Ordenamiento Territorial Integral del municipio de Cuetzalan (COTIC), hemos invitado a los municipios de la Sierra a que se sumen a la construcción de este tipo de herramientas legales para la defensa de los territorios, que buscan, sobre todo, que estos espacios sean de las y los ciudadanos que lo habitamos. Es en este marco, que desde el COTIC se ha establecido el vínculo con la SEMARNAT para impulsar otros ordenamientos, recuperando la experiencia de Cuetzalan.
La pandemia provocada por el COVID-19 para muchos ha sido todo un reto y después dos años, en marzo pudimos recuperar nuestras Asambleas, congregandonos en la cabecera municipal de Ahuacatlán, ahora le dimos continuidad en la comunidad de Zacatipan y hemos decidido celebrar la próxima en el municipio de Ixtacamaxtitlán. Festejamos y celebramos retomar estos espacios, que han sido una base fundamental para articular nuestras luchas en la defensa de nuestros territorios. A pesar de las amenazas y a pesar de las adversidades, hemos caminado unidas y unidos como pueblos organizados. Y ese caminar, es lo que más valoramos. Un caminar en el que hemos sabido mantener la distancia con los partidos políticos, en el que hemos logrado construir la pluralidad de pensamiento y fé, respetando la espiritualidad que profesamos cada una y cada uno de nosotros, y sobre todo, un caminar en el que hemos logrado construir ejerciendo la libertad y la autonomía de nuestros pueblos. Esos han sido nuestros pasos más valiosos y que debemos procurar hoy y siempre, pues la lucha sigue.
La unidad es la fuerza de los pueblos, y muestra de ello, es que en estas Asambleas convergen los pueblos masewal, tutunaku y mestizo.
Invitamos a continuar construyendo la unidad todos los días “Los pueblos unidos, jamás serán vencidos”.
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